No soy feliz

Vengo del balcón. Donde mi papá me llamo con ese tono especial de "cosas sobrenaturales". No quería pararme y de hecho cuando lo hice sentí miedo. Ahora todos vemos más cosas que antes eran extrañas y ahora son mas normales. Quizás no todos... o los todos Mios.

Me acordé de Neruda, con su poema famosillo de "y titilan azules los astros a lo lejos" .. solo que ya no son azules, y tampoco están a lo lejos. Se nos movieron las estrellas y cuáticamente me sentí desesperanzada. Porque si sabes que va a llover, sacas un paraguas, si sabes que va a haber un tornado, te metes en tu refugio anti-tornados, si estás en un terremoto, te pegas la avispada y te cuidas de que no te caiga nada encima (excepto situaciones varias que ocurrieron en el terremoto). Pero para el Fin, no hay remedio. No hay remedio ni solución para la muerte, porque no es una enfermedad, ni un problema. Es quizás la misma respuesta que buscamos inconscientemente durante la vida. La guinda de la torta. Me sentí desesperanzada porque: "sí, son ovnis papá... y que podemos hacer?" ... no podemos hacer nada, si toda esta ficción que cada día mas es un género de profecía adornada, no nos deja otra alternativa. No puedes correr... no puedes luchar... o más bien, no puedes esperar ganar.

El fin se acerca. Y hace unos minutos tenía miedo. Pero todo ha sucedido tan rápido en mi mente hace 10 minutos... no soy feliz y eso ayuda. No tengo nada que salvar. Porque todo lo que me hizo feliz ahora reside en mis memorias. La única solución que se me ocurría era escribir cartas a quienes quiero. Y mis tejidos, mis cálculos, lavar la loza, el snoopy, el estúpido taller de psicología... nada ahora importaría... no importa la banalidad de la vida... si la vida misma ya no existe. Y si nos cambian el orden "natural" ... los parametros cambian y con eso nuestra razón de existir. Ahora se trata de estar preparados para adaptarse a la nueva razón...

Y si esto no termina, yo merezco ser feliz.

(ojalá algun día me crea la última línea.)