viernes, febrero 9

El colegio contraataca

Acompaño a mi mamá al centro, y entramos a una conocida tienda de ropa. Me gusta vitrinear, y antes de entrar me pregunto si acaso habrá más ropa que la vez anterior, pero HORROR!!, lo que más temía, estaba frente a mi, y yo, sin comprender aun porque me castigaban de esa cruel manera. En vez de capris, poleritas, blusas, faldas y todo tipo de alegre ropa veraniega, me encuentro con la triste y amargada ropa de colegio. Sí, poleras de todos los colegios, blusas y camisas escolares, pantalones, y muchas ofertas que solo hacían mi estadía más frustrante.Y lo peor, es que en todas las tiendas se repetia la misma tortura. Después de superar el shock, empecé a adoptar la idea: El colegio está cada día más cerca. Y no quiero que llegue ese día, pero es triste, y creo que algo así sienten los adultos cuando no quieren ir a trabajar, pero sin embargo saben que deben ir, o si no, ¿¿quién paga el agua??. Pero también hay una sensación, que cada año está: el dolor de guata, ese que es distinto al que te pasa cuando estas con alguien que te gusta o cuando tienes una indigestión o cuando te pegan en el abdomen; No, esta no es ni agradable ni visceral ni dolorosa .. Esta es particularmente asquerosa!.Levantarte temprano, ponerte el deprimente uniforme y lo peor de todo según mi opinión, es el ambiente. Porque como aun es verano, siempre hay calor, aunque sea temprano, el sol hace sus espectaculares salidas alrededor de las 10 a.m. ( si no me equivoco, porque ha pasado bastante tiempo que ni me acuerdo mucho) cuando estamos en recreo y nos escondemos de sus “peligrosos rayos uv”, aparte la sala es tan cerrada que siempre hay calor y cuando ya está terminando la jornada, como a las 4.10, hace un calor infernal que no se lo deseo a nadie. Eso sin contar la GRAN ceremonia de inicio de clases que realiza la directora, con sus aburridos discursos y espero realmente que sea considerada y haga algo entretenido este año, podría traer a sinergia (otra vez) o saiko o lucybell y así empezaría mi año escolar cargada de energía y feliz, la señora se anotaría como 3184651329749432036598745131326897313226988885 puntos, y todo el mundo dejaría de odiarla. Soñar no cuesta nada. Y las compañeras nuevas ( en mi caso si: colegio de “señoritas”) a ellas no las culpo de nada, sé lo que se siente el primer día de clases en un colegio nuevo , te sientes como un bicho raro y yo siempre las “adopto”, y reflexionando, mi grupo de amigas en el colegio, siempre se agranda a principios del año y quedan poquitas a finales, porque las nuevas van creando lazos con niñas de sus mismos intereses, aunque a veces me da pena, porque según mi juicio, no escogen a las personas adecuadas en el sentido que solo las perjudican y no pueden desarrollarse escolarmente como deberían. Y sin contar el “cuco” que me metieron el año pasado sobre (leer con voz especialmente tenebrosa)”Temido Tercero Medio”: los electivos, y algunas que empezaran su preuniversitario, que tenemos que saber organizarnos, que hagamos una buena elección (sobretodo con el tentador electivo humanista, que hasta el mismo profesor admite que es más fácil que el científico-biológico, que es el que escogí yo y todos concuerdan que es el más pesado, pero que sacó con estudiar algo que no me interesa ni apasiona?). Creo que los peores,y a la vez, los mejores días del año escolar son la primera y segunda semana de clases. Pero, porque sabes que algo malo se aproxima y no puedes hacer nada, el ambiente es asqueroso y da una lata inmensa levantarse temprano. Y lo mejor, es que no son TAN duros como los demás, te empiezan a hacer repasos, conversas más, y es el pequeño lapso de tiempo, para que las niñas nuevas se acostumbren al ritmo del colegio. Y cada vez que pienso en el colegio, me acuerdo de todos los proyectos que he imaginado para este año, son tantos, que me gustaría realizarlos todos, pero para eso hay que tener tiempo y no me quiero apresurar tanto, ya que me saltaría como 2 meses para poder concretarlos ( o más).
Finalmente ya tomé conciencia de que me quedan pocos días, y que me gustaría aprovecharlos al máximo: ir a la playa, la piscina, carretear harto, salir a todas partes y hacer cosas que me gustan, y que no pude hacer por un mes porque no me dejaban (atados internos).Solo me resta seguir acostumbrándome a la idea y comenzar a ingeniármelas para tener unas vacaciones un poco más dignas , para al menos descansar un poco y comenzar el año con fuerzas para todo lo que se viene encima. Aunque la televisión siga recordándome que tengo que comprar los cuadernos, las blusas, los zapatos, lápices y demases útiles y de pasadita me amarga un poquito más.. con cada comercial.