viernes, agosto 6

Lo que aprendí:


En mi estadía en el mundo blogístico, he aprendido muchas cosas. Coincide que me hice el blog en el momento más crítico de un ser humano (tal vez), la adolescencia. Ha sido bacán poder escribir y desahogar mis pensamientos.... este ha sido mi gran pensadero, como el que tenia Dumbeldore. Donde puedo acceder a él en cualquier parte y lo trato con verdadero respeto e importancia. Cuidé mucho de no ensuciarlo con banalidades y de cierta forma le permití que me acompañase en mis momentos más solitarios. Era así que podía tener mi propio feedback y encontrarme conmigo misma. Porque la palabra escrita es poderosa, como escuché en una película (ink heart).... Quizás ha sido el semestre más cuático que he tenido emocionalmente, pero como comenté una vez es muy probable que tenga una enfermedad psicológica de olvidar mis otros peores momentos. O tal vez sea una barrera para escudarme.... creo que es más lo segundo.

Nunca crei que llegaría a las 100 entradas, y me enorgullece... porque cada palabra tuvo sentido en su momento.

Y aunque parece despedida, es solo el alto que tomo para ver lo que he hecho. Igual como sucede en los actos más grandes de nuestras vidas. Como cuando terminas el colegio y miras por última vez tu sala... la próxima vez que la veas (si es que la ves), ya no será lo mismo; se da vuelta la página Y GRACIAS A DIOS sucede... el agua estancada se pudre y huele mal...
Aprendí que Dios existe. Que la amistad te hace grande. Que la paciencia se premia. Que el amor existe. Que el amor es más grande. Que la ira es otra forma de energía. Que no es sano usar la ira como combustible de tu vida. Que no hay que rebajarse. Que hay tiempo para todo...................... Que no existe pena eterna, y aunque no existen alegrías infinitas, existen sonrisas fugaces que me asaltan la cara cuando tengo mis buenos recuerdos en mente.


Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

William Blake.