domingo, abril 18

Haz de Luz

A medida que ha pasado el tiempo de este día, el recuerdo es menos vívido. Como suele suceder en los sueños...
Estaba con Victor, conversando de algo que ya no puedo recordar, estábamos a 20 cuadras o algo así de mi casa, 21 con tucapel, a los pies de un montículo de tierra... un leve cerro.. de esos que abundan acá. Y de la tarde, se nublo. Nubes que nunca existen acá. Nubes gordas, negras, pesadas, feas... malas. Las nubes cobraron vida y se veían sus conexiones eléctricas entre ellas. Nos paramos... o me pare. Me asusté. Lo único que pensé fue: Mis papás. Y la angustia comenzó. Era difícil llegar a mi casa. Como todos los sueños desesperantes. Las nubes comenzaron a girar en el centro y tenía miedo de que me fuera a tragar. Yo corrí lo más fuerte que pude. Y llegue a ed. flores con 21.. al semáforo... que estaba atestado de autos y de personas. Y ahí en una esquina estaban mis papás, muy tranquilos, más tranquilos de lo que yo esperaba que estuvieran. Parados... mientras todos corrían lejos del, ahora, tornado. Me esperaban al parecer y les dije: rápido vamos a la casa! y corrimos.. aunque no los vi correr... ni tampoco a mi. Llegamos a la casa y yo sabía que tenía que salir de ahí, esconderme! ... el tornado había abierto el cielo y salía una luminosidad amarilla... teníamos que escapar de esa luminosidad que iba avanzando... iba persiguiendote.... Yo sabía que tenía que impedir que la luz me tocara o tocara a mis papás. Subí rápido a mi pieza a tomar un abrigo... sabía que no volvería más a mi casa y pensaba en que no les hice caso a mis papás cuando me dijieron que juntara agua. Cuando bajé las escaleras, mis papás estaban en el jardín, mirando el cielo... y la pandereta que separa mi casa de la otra les daba sombra... cuando baje a verlos supe que era el momento. Supe que iba a acabarse todo y les dije lo único que importa en la Vida. Mamá, gracias por todo lo que me diste, te amo. Papá , te amo mucho y nunca pienses que no valoré cuando me retaste. Los besé y les tomé de la mano. Para ese entonces el haz de luz ya estaba por pasar la pandereta y y..

Me encontré agarrada a las sábanas, respirando agitada, con el ceño fruncido.... cuando me di cuenta, me puse a llorar .... y a penas podía moverme... me dolía todo el cuerpo.

1 comentario:

Daniela dijo...

me encanta leerte...
si scribes un libro de seguro lo leeria con gusto.. mientras imagino tu vos y tus gestos al contarmelo...