Silencio. Respiro. Tengo mis ojos cerrados y respiro. Estoy acostada en mi cama con los ojos cerrados y mi mano izquierda encima de mi frente... la dejé caer por equivocación y no he tenido la voluntad de levantarla y ponerla a mi costado izquierdo, que es donde se supone que debe ir. Estoy acostada y con las piernas cruzadas como si estuviera sentada en una silla. Respiro e intento no pensar. Me imagino las ondas musicales, con colores psicodélicos dando vueltas locas en un fondo negro. Intento no pensar en mis problemas.
Sentada en la banca de una plaza con árboles y pasto miro el suelo. Apoyo mis manos en la banca y miro el suelo. Muevo los pies y hago dibujos en el pequeño espacio de tierra. Llevo 15 minutos esperando. Me ataco con preguntas que finalmente me respondo sola. Siempre supe que no vendría. No podía ser como Esperanza me dijo maliciosamente una vez cuando jóven: Él vendrá en el futuro. Está en tu destino. No te preocupes que él vendrá. Volverá y vendrá. Y siempre supe que no había que creerle a Esperanza. Siempre la quise asesinar por mentirosa. Veo la nada. Verdaderamente veo el pasto en segundo plano y tengo mis ojos sin enfocar nada. O sea ve la nada. Tengo cara de boba y lo sé. Pero no hago nada para parecer menos tonta. Pienso que la gente me mira al pasar, pienso que pierdo mi tiempo, pienso que no vendrá. Miro el suelo otra vez y tengo sucios mis zapatos negros por jugar con tierra. Qué más da. Si los zapatos siempre se ensuciarán. 30 minutos y no llega. Pero sigo acá. Esperando.
Vuelvo a mi cama, con las piernas cruzadas. Sigo con mis ojos cerrados y la mano por equivocación en mi cabeza. Quizás no tanta equivocación. Cae una gota de mi ojo. Otra. y otra. Caen hacia los costados y ni me esfuerzo por limpiarlas. ¿Para qué si caerán más?.
Tomo la desición de levantarme. Apoyo mis pies con seguridad en el piso y siento dos manos en mis hombros. Manos que me apretan con seguridad pero con cariño. ¿Cómo describir esa sensación sin decir: escalofríos, electricidad, piel de gallina o tiritón corporal ?. ¿Cómo decir lo que sentí, sin copiarle las palabras a millones de otros humanos que han sentido lo que yo sentí? ... Pero lo sentí. Sentí que cada célula de mi cuerpo se levantó e hizo la ola en mi cuerpo, como si celebraran un partido de futbol en la galería. Y sé que mis ojos brillan con intensidad. Me besa la frente y aunque aun no veo sus ojos, sé que es él. Se da la vuelta y se sienta a mi lado. No lo miro. Sigo mirando el pasto adelante pero con los ojos brillantes. Él me toma la mano y me mira. Sabe lo que pensé y lo que pienso ahora. Me decido mirarlo y le digo:
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