Hay hartas cosas de las cuales hablar en este espacio. Resulta que existe dentro de mi mente un periodo de tiempo en el cual necesito acumular experiencias para poder contar acá. Para mi el blog es algo sagrado. Si voy a escribir algo acá, tiene que ser importantísimo. Y bueno, lo que escribiré no es importantísimo. O sea cometeré el primer sacrilegio en este lugar!. Qué más da.
Durante este laaargo periodo de invernación blogistica, he llegado a la conclusión (más bien le he creido a un amigo su "teoría de los comentarios"): Esta teoría cuenta más que nada de que lo que tu expongas, sean tus pensamientos o fotos (o sea, esta teoría también es válida para el flickr), deben ser altamente potentes para que la otra persona quiera comentarte. Es que señores y féminas que lean esto, para una escritora o fotógrafa como yo es importantísima la crítica del mundo. Para cualquier persona es importantísima la crítica, porque al criarnos en esta sociedad .. aunque no nos guste, necesitamos saber del qué dirán. Y bueno, he llegado a la conclusión, gracias al empujón de este amigo, que escribo como las reverendas weas. Y que también saco fotos "como la callampa", como diría mi venerado Benni. Vaya que me gusta este tipo, no tanto como el mítico Viril, pero es tan estúpido que nos riamos como el extranjero siempre dice garabatos. Por ejemplo, si llega un ucraniano, que no entiende ni jota, el chileno siempre le enseñará las palabras "indebidas" como: poto, puta, conshetumare, weón, pico, etc, etc... y así puedo seguir diciendo sandeces, porque si ser señorita es saberse todos los garabatos habidos y por haber, Yo Soy Una Señorita.
O también cuando dicen: "Porque si es chileno, es weno" ... puta que somos weones. Es que, haber, cuentame, estimado lector, si ¿acaso no es weon ganar una guerra y darle facilidades al derrotado?... y así suma y sigue: la plaza de armas de Santiago plagada de peruanos, la pérdida de la patagonia en la guerra del pacífico, llegar hasta Lima y devolver hasta Arica. En fin... ayer se cumplieron 198 años de celebración independiente. Peeeero yo creo que seguimos dependiendo de los demás, de los gringos, de los chinos, de los argentinos. Siempre miran para el lado. Y yo creo que esta cuestión es netamente social, se nos contagia mutuamente, y si estamos sanos, obvio que nos viramos de este lugar.
Señores y señoritas: de Chile, por el momento sólo me quedo con su naturaleza.