domingo, septiembre 4

Se te ve morir en el latir...

Quizás la fuente de felicidad para mi es sentarme a ver el mar, sentir el calor del sol combinado con la fuerza del viento. Esa soledad que no me alcanza a asustar porque sé que no estoy tan lejos de la humanidad, pero estoy a una reconfortante distancia para sentir que puedo respirar tranquila. Para liberar esos pensamientos rabiosos que me muerden la mente. Ya no tengo esos pensamientos.
Creo que para vivir tranquila he aceptado, tal como los dogmas, que nada es para siempre... comprendo la angustia de querer que pase el tiempo rápido para poder sentirme en tranquilidad. Que pase el caos. Pero ¿cuál es la gracia del caos? es sentirse miserable para poder reconstruirse y cuando se presente nuevamente esa oportunidad en la vida, ya no las vuelvas a cagar.
Necesito volver a la playa.